Todo el puerto de Mahón, desde su bocana hasta «la colársega», es un compendio patrimonial fantástico. El puerto, como lugar para resguardar embarcaciones y navíos, provisto de agua dulce y bien protegido, fue un elemento esencial en las estrategias de las potencias inglesas, francesas y españolas en el mediterráneo.

Illa Pinto con su forma octogonal. Al fondo puede verse la «ampliación» de la base naval y parte de sus edificaciones.
La illa Pinto, es hoy conocida por albergar parte de las instalaciones de la Base Naval, pero antes de que Inglaterra la transformara para utilizarla como arsenal, era un islote rocoso, conocido como «l’illa des Gegant». (1)
En 1719 el almirante Byng sugirió que se construyeran en la isla Pinto depósitos y polvorines, así como los edificios que fueran necesarios. En 1724 se empezó a dar forma al proyecto de la construcción de un arsenal.
Fue, no obstante, en la segunda dominación inglesa cuando la isla Pinto se habilitó como centro de operaciones y astillero. Para ello, en 1766, se allanó la primogenia isla rocosa, y se rodeó su perímetro con ocho muelles que son los que le confirieron la forma octogonal que aún podemos ver hoy; además de estas obras, la conectaron con la ribera norte del puerto, mediante la construcción de un puente.
En 1774 se terminó la construcción de los almacenes y edificios de alojamientos de la isla Pinto. En lo que se llama la columna vertebral de los edificios, destaca una torre con un reloj, todo ello, ejemplo de un conjunto colonial que merece ser conservado.
Mahón se convertía así, en el mejor arsenal británico de ultramar.
Ya bajo la dominación española, entre 1782 y 1798, el arsenal de Mahón gozó de un breve tiempo de apogeo en el que se benefició de la tecnología y personal de constructores navales, siendo utilizado tanto como base de aprovisionamiento como para la construcción y reparación de buques.
Entre 1825 y 1830, las instalaciones fueron arrendadas a la escuadra norteamericana. En 1850 se autorizó la construcción de un varadero.
Hacia 1900 el arsenal quedó en un estado lamentable y de abandono para, quince años más tarde, tras el estallido de la primera guerra mundial, resurgir de nuevo con un proyecto para «sumergibles». En 1916 se iniciaron las obras de ampliación, abarcando terrenos de los predios de Sant Antoni y Binissermenya, donde se construyeron nuevos edificios en tierra firme, y, ya en 1930, se mejoraron las instalaciones con la incorporación de un dique flotante.
Actualmente la isla Pinto pertenece a la Armada Española, y ha sido transferida a la Fundación Museo Naval para la creación de un museo.
(1) de la web: Amics de la Mar Port Maó